Daniel Noboa pide «no intervención» y que México no se inmiscuya en asuntos judiciales de otros países.
El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, ha manifestado su disposición a retomar las relaciones diplomáticas con México tras la ruptura provocada por el asalto a la Embajada mexicana en Quito. Noboa subrayó que esta reanudación depende de la «no intervención» en asuntos internos ecuatorianos y la negativa a facilitar la salida del país del exvicepresidente Jorge Glas.
El incidente que marcó esta crisis diplomática ocurrió el 5 de abril, cuando las fuerzas de seguridad ecuatorianas ingresaron en la Embajada de México en Quito, donde Glas se encontraba refugiado como asilado político. Durante una visita a Madrid, Noboa explicó que Glas es considerado un «prófugo de la justicia» y que estaba bajo arresto domiciliario. «Es como si alguien que estaba en una cárcel se escapa», comentó el mandatario, reafirmando su respeto por la independencia del poder judicial en Ecuador y defendiendo la orden de intervención a pesar de las críticas internacionales.
México ha llevado el caso ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ), calificándolo como potencialmente «histórico» para demostrar que no se deben usar instalaciones diplomáticas para ocultar «criminalidad». Noboa espera resolver las diferencias con México antes de la XXIX Cumbre Iberoamericana, que se celebrará en Cuenca el próximo noviembre. El presidente reiteró la necesidad de garantizar la «no intervención» y que México no se inmiscuya en asuntos judiciales de otros países.
En su intervención, Noboa reconoció que los seis meses desde su investidura han sido «intensos», destacando la organización del sistema económico y la reducción de homicidios en más del 40 por ciento. Declaró la guerra al crimen organizado y al narcoterrorismo, justificando la formalización de un ‘conflicto armado interno’ y las medidas adoptadas para «descongestionar» las cárceles. Confirmó que en las próximas semanas comenzarán las obras de una nueva cárcel en Santa Elena.
Asimismo, Noboa afirmó un respeto absoluto «al cien por cien» de los Derechos Humanos en Ecuador, aunque evitó compararse con el presidente de El Salvador, Nayib Bukele. Sugirió que la lucha contra la inseguridad en Ecuador incluye esfuerzos hacia el «desarrollo humano». «Un tema de seguridad no sólo se confronta con rifles», añadió, subrayando la importancia de ofrecer oportunidades a los ciudadanos, especialmente a los jóvenes.
Finalmente, Noboa hizo un llamado a la comunidad internacional para que ofrezca más ayuda a Ecuador, advirtiendo sobre la trampa de concentrar todos los esfuerzos únicamente en la seguridad sin considerar otros aspectos económicos.
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