Biden y Trump se enfrentan en un debate feroz

Un intercambio marcado por acusaciones, escándalos y políticas clave, con miras a las elecciones de noviembre.

Durante 90 minutos, la noche del jueves 27 de junio, los dos candidatos presidenciales de mayor edad en la historia de Estados Unidos —Joe Biden, de 81 años, y Donald Trump, de 78— se enfrentaron en un debate transmitido por CNN desde Atlanta. Este encuentro sin público, sin asesores y sin posibilidad de réplica fuera del turno asignado, puso de manifiesto tanto las fortalezas como las debilidades de ambos aspirantes, quienes también son los más impopulares en la contienda.

Un debate sin concesiones
El presidente Biden mostró algunos titubeos y dificultades para articular sus mensajes, mientras que Trump no perdió la oportunidad de burlarse de los momentos de divagación de su rival. El expresidente republicano adoptó una postura más combativa, en contraste con la voz ronca y los problemas de fluidez de Biden, atribuidos por su equipo al resfriado.

Cruces de acusaciones
Gran parte del debate estuvo marcada por acusaciones mutuas. Biden llamó a Trump «bobo y perdedor», mientras que Trump repitió afirmaciones falsas sobre los inmigrantes y los demócratas. La tensión era palpable cuando ambos candidatos subieron al estrado, sin estrecharse las manos, para abordar primero la economía.

Biden comenzó señalando que «la clase trabajadora está en dificultades», culpando a Trump de la alta inflación y acusando a su administración de favorecer solo a los más ricos. Trump, por su parte, defendió su gestión económica y aseguró que su intervención durante la pandemia evitó una gran depresión, argumentando que «la inflación está matando al país».

Migración y pandemia: temas candentes
En cuanto a la política migratoria, Trump atacó a Biden por supuestamente crear empleo sólo para inmigrantes indocumentados y por abrir la frontera a «terroristas y criminales». Biden, en su defensa, recordó las imágenes de inmigrantes enjaulados durante la administración Trump y calificó las acusaciones de exageraciones sin fundamento.

Sobre la pandemia, Biden criticó a Trump por no tomar en serio el COVID-19, recordando su famoso comentario sobre inyectarse lejía. Trump respondió que las muertes durante la administración Biden fueron más numerosas, a pesar de la vacunación obligatoria.

Escándalos judiciales y política exterior
Los escándalos judiciales de Trump también fueron tema central. Biden mencionó el caso de la actriz porno Stormy Daniels y el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021, calificando a Trump como el único delincuente convicto en el escenario. Trump, en respuesta, afirmó que Biden debería ser un delincuente convicto al dejar el cargo.

En política exterior, Biden llamó «criminal de guerra» al presidente ruso Vladimir Putin y advirtió que Trump sería una marioneta del Kremlin, permitiendo que Rusia expanda la guerra en Europa. Trump prometió terminar el conflicto en Ucrania y criticó los paquetes de ayuda de Biden a Kiev.

Aborto y derechos reproductivos
El debate sobre el aborto fue igualmente acalorado. Biden prometió restablecer Roe vs. Wade si es reelegido, defendiendo que la decisión sobre el aborto debe ser «entre el médico y la paciente». Trump, en cambio, defendió la revocación de Roe vs. Wade y acusó a los demócratas de apoyar abortos tardíos, solo justificando el aborto en casos de violación, incesto o riesgo para la vida de la madre.

Política exterior: Ucrania e Israel
La política exterior estadounidense también tuvo unos minutos de protagonismo durante el intercambio entre los candidatos. Biden llamó al presidente ruso, Vladimir Putin, «criminal de guerra» y advirtió que un retorno de Trump al poder podría expandir la guerra en Europa. Trump, en cambio, prometió resolver el conflicto en Ucrania rápidamente y criticó los paquetes de ayuda a Kiev. También acusó a Biden de comportarse «como un palestino» en relación a la guerra en Gaza.

Ataques personales y desempeño en el debate
Los ataques personales no faltaron, con Trump cuestionando la lucidez de Biden y retándolo a un torneo de golf. Biden, por su parte, defendió su aptitud para un segundo mandato y atacó el carácter de Trump, recordando sus comentarios despectivos sobre los veteranos de guerra.

Antes del debate, Trump había acusado a Biden de ser una «máquina de mentiras» y advirtió a sus seguidores sobre el debate. Biden se burló de las acusaciones de dopaje de Trump, afirmando sentirse animado.

Conclusión del debate
El intercambio entre Trump y Biden llegó a uno de los puntos más calientes cuando versaron sus opiniones sobre la migración: el candidato republicano arremetió duramente en contra de la política migratoria del presidente demócrata, afirmando que durante su mandato se abrió la frontera a «terroristas, criminales y personas que escaparon de instituciones mentales».

En su defensa, Joe Biden recordó las crudas imágenes difundidas durante el periodo presidencial de Trump sobre inmigrantes irregulares enjaulados en centros migratorios impuestos por el Gobierno del republicano, además de calificar los señalamientos de Trump como «exageraciones» sin bases comprobables.

El expresidente republicano fue el más activo durante el bloque migratorio, afirmando que Biden ha favorecido a la población migrante por encima del «pueblo estadounidense» y señalándolo de querer «destruir» la seguridad social por «toda esta gente que está llegando al país».

«Está destruyendo Medicare porque toda esta gente está entrando. Los están poniendo en Medicare. Los están poniendo en la Seguridad Social. Van a destruir la Seguridad Social. Este hombre va a destruir él solo la Seguridad Social», expresó el expresidente.

Trump evadió la pregunta de si va a intentar deportar a todas las personas migrantes en situación irregular en Estados Unidos.

En este cara a cara relucieron, una vez más, las ya conocidas diferencias entre el republicano de 78 años y el demócrata de 81.

Las miradas estuvieron puestas en la lucidez y vigorosidad de Biden, cada vez más cuestionado por sus despistes, y en los modales de Trump, conocido por sus bulos e insultos.

El republicano llevaba días calentando los motores y explotando las debilidades de Biden, a quien retó a someterse a una prueba de drogas para demostrar que no acudirá dopado al debate.

Los primeros compases del debate favorecieron a Trump, de 78 años, que parecía enérgico y contundente en comparación con Biden, de 81 años, que hablaba con voz ronca y entrecortada y tosía con regularidad.

La Casa Blanca dijo durante el debate que el presidente estaba sufriendo un resfriado.

Biden comenzó a encontrar su equilibrio más adelante en el debate cuando atacó el carácter de Trump. «¿La idea de que me disculpara contigo?» Biden preguntó en un momento, incrédulo después de que Trump lo acusara de maltratar a los veteranos.

El debate subió de tono cuando ambos candidatos empezaron a defenderse de los señalamientos por su avanzada edad, con el expresidente estadounidense afirmando que se encuentra «en buena forma, como lo estaba hace 25 o 30 años», además de retar a Biden a un «torneo de golf».

«Acabo de ganar dos campeonatos de clubes, ni siquiera senior, dos campeonatos de clubes normales. Para hacer eso, debes ser bastante inteligente y poder golpear la pelota desde lejos. Yo lo hago y él no lo hace, no puede golpear una pelota a 50 yardas», señaló Trump.

Biden entró en el juego del republicano, expresando que «le encantaría jugar al golf con él». Trump intentó cerrar la conversación pidiendo: «no actuemos como niños».

«Tú eres un niño», le contestó el presidente, quien le reafirmó al público estadounidense que es apto para un segundo mandato, el cual terminaría con 86 años de ser reelecto.

Minutos antes del debate, el expresidente estadounidense Donald Trump acusó al actual mandatario, Joe Biden, de ser una «máquina de mentiras andante» y avisó a sus seguidores de que se prepararan «para lo peor» en su inminente debate en Atlanta.

Mientras, Biden se burló de las acusaciones de Trump, quien le señala de tomar sustancias para mejorar su rendimiento y, en un mensaje en X, hizo promoción de lo que llamó su «salsa secreta» y avisó: «Me siento bastante animado».

Y, tras el debate, el presidente afirmó: «Donald Trump es un mentiroso… Le vamos a ganar otra vez».

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